Lo que hago me define. No es cuestión de amargarme la vida pero, esta es la verdad.
Cada vez que salgo, bebo y acabo vomitando, me estoy ganando el apodo de «el gilipollas».
Cada vez que salgo, bebo y me acuesto con quien sea sin que me acuerde ni de su nombre, me estoy ganando el apodo de «el gilipollas».
Cada vez que salgo, bebo y le pego a alguien me estoy ganando el apodo de «el gilipollas».
Y cuando salgo, no bebo y hago lo que sea que haga, también me lo puedo ganar. Gilipollas.
¿Qué pensabas?